martes, 7 de diciembre de 2010

Opiniones inopinadas: Pensamientos de un mandril ibérico.

Chica Pin Up en la oficina: Gil Elvgren
Texto: Pablo Martín de Serdio
La vida es demasiado complicada. Y más aún cuando se trata de conquistar a una mujer. Cuando una chica te resulta atractiva, te acercas a ella con discreción y elegancia para que ella perciba el sutil aroma del perfume que te ha costado 60€ y que a ella probablemente le resulte empalagoso. A continuación tratas de provocar una conversación de complejidad lingüística intermedia que capte su atención y te sirva para demostrar tu elocuencia y tu gran cultura general, y de paso aprovechas para dejar caer que haces unos planes de lo más divertidos y estimulantes en tu tiempo libre. Si la cosa va bien, tal vez un día podrás invitarla al teatro. Allí derrocharás elegancia y saber estar y después te dejarás media paga extra en un confit de pato en un restaurante de baja intensidad lumínica. Con paciencia, perseverancia y mucho esfuerzo, si eres capaz de disimular tus múltiples taras y carencias, quizás consigas bailar la conga con ella.

Pensado en todo esto he llegado a la conclusión de que la vida debería ser más simple, como las pelis porno que son sencillas, directas… honestas.
A saber. Te cruzas por el pasillo con esa compañera que tanto te gusta y que después de 4 años trabajando juntos no sabe de qué le suena tu cara. En un alarde de elegancia, tú te ofreces a sacarle un riquísimo café de máquina. Ella, agradecida, te muestra una teta. Tú te haces el sorprendido durante medio segundo y sacas a Pinocho de paseo. Aquí no importa ni el perfume que llevas ni que vayas a trabajar sin gallumbos, porque antes de que la máquina te devuelva el cambio, tienes a la mujer de tus sueños en cueros tocando la marsellesa.
No pasa nada, todo normal, tú lo has visto mil veces en las pelis y sabes que tu papel consiste en retirarle el pelo de la cara y dejar los brazos colgando aburridamente. Mientras tanto, descubres que tu jefa, observa desde la puerta con ojos de un Aye Aye de Madagascar. En ese momento descubres que normalmente viene a trabajar con minifalda y liguero. Lo que se ve en el cine es verdad absoluta y por todos es sabido que las lesbianas siempre son mujeres atractivas, de turgentes pechos, que gustan de refocilarse con ambos géneros y suelen sumarse a fiestas heterosexuales con tal de que un jovenzuelo hipermusculado les prepare una mascarilla capilar. Ahí es cuando entra en plano un enano vestido de cuero, con una bola roja en la boca, compañado de Baltasar el empalador a lomos de un potranco blanco que no se sabe muy bien de qué modo participará en la escena...

Debo dejar de escribir este pensamiento inopinado. Viene mi jefa con un taco de papeles en la mano y me da a mi la sensación de que ni lleva liguero, ni piensa arreglarse hoy el pelo.

1 comentario:

  1. Jaaaaaaaaaaaaaaaajajajajajajajajajajaj
    Que mal estas!!!!! Y lo que me he reido!!!!!

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