jueves, 25 de noviembre de 2010

Arte: Frank Lloyd Wright


Texto: Arantxa Marcos

Hace mucho tiempo era capaz de hablar de arte como si de una receta de cocina se tratara. Ahora, rescatar ese lenguaje me cuesta más de lo que yo quisiera pero intentaré desde este espacio recordar y compartir aquellas obras y artistas que estimularon mi mente y pudieron cambiar la concepción que hoy tengo de lo que es el arte.

Quería comenzar con una obra sencilla y fácil de comentar pero aunque en un principio rechazé la idea el nombre de Frank Lloyd Wright no ha salido de mi cabeza desde que supe que tenía que escribir. Quizá el nombre no os diga nada, pero conoceis muy bien su obra. Os situo: Nueva York, principios del siglo XX… un arquitecto cambia el orden natural de la arquitectura apostando por edificios que derivan de su propio entorno, de su funcionalidad y de sus materiales. A lo que él denominó arquitectura organicista. Aunque ahora nos parece lo más normal, años atrás en la contrucción de un edificio no siempre se tenía en cuenta para que se iba a ser utilizado ni en qué lugar se iba a localizar. Él supo antes que nadie que un edificio podía transmitir mucho más. Ahí van dos ejemplos que ilustran muy bien su teoría.

El primero es la Casa de la Cascada, un ejemplo claro de cómo se integra un edificio en la naturaleza. No situó el edificio enfrente de una cascada para ver la caída del agua, es lo que hubieran hecho muchos otros, sino que quiso que su construcción fuera la propia cascada. Plantas abiertas que se abren al espacio exterior (sin muros que separen estancias), utilización de los materiales de su entorno: la piedra y, como no, el agua. El resultado, un edificio que parece haber surgido de la cascada misma y en el que se puede disfrutar del rumor de la cascada desde cualquier rincón de la casa.


 Fotografía: abelgalois.wordpress.com

Por otro lado tenemos el Museo Guggenheim de Nueva York, un edificio que se sitúa en una esquina y al que le otorgó la forma de una concha o cómo dicen los entendidos de un ziggurat (antiguos templos babilónicos escalonados). ¿Qué consiguió? Una galería interior helicoidal iluminada con luz cenital y que permite al visante disfrutar de un paseo mientras reflexiona sobre las obras de arte expuestas. Un edificio que mejora notablemente la experiencia del visitante y que se ha convertido en una obra de arte en sí misma.
Fotografía: lujoymoda.com

Esta idea organicista, que ideó Frank Lloyd Wright y que se puede ver en toda su obra, recoge lo que un siglo después se mantiene como precepto en la arquitectura: funcionalidad y respeto por el entorno. Por ello es considerado como uno de los principales arquitectos del arte moderno.

6 comentarios:

  1. Superinteresante. Nadie diría que esas obras de arte sean de hace 100 años, cuando todavía hoy nos gustaría que más edificios se hicieran con ese gusto por el entorno.

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  2. Cuando Picasso entré en Altamira dijo: "no hemos inventado nada" y así es....
    Maíllo

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  3. entró, quise decir. Aún me estoy haciendo a la idea de que sé escribir, sorry

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  4. :-D Se te ha entendido doctor... ¡Gracias por la aportación!

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  5. Muy buen ejemplo de arte que salta a la vista, no como con otros géneros, que no hay quien los entienda.... El edificio de la cascada es IM-PRESIONANTE, ¿esto...? ¿esta casa rural donde queda maja????

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  6. Si antes hablas... anyone interested? The Frank Lloyd Wright Foundation is accepting applications for the following positions:
    President & CEO...http://www.franklloydwright.org/fllwf_web_091104/Home.html

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