Jugándonos la vida, conseguimos hacer una fugaz foto al coche para el mayor melón del reino.
Como buenos paparazzis, estábamos apostados detrás de un parapeto y según estaba enfocando, veo moverse algo a través del objetivo ¿un pájaro, un avión? ¡no!, era superfriki al cuadrado que venía hacia nosotros.
Pelo corto y rizado, camisa de cuadros, pantalones pesqueros con botas militares, tirantes, cincuentón y con el ceño fruncido. Menos mal que Julio estaba rápido y le preguntó en su perfecto inglés si podíamos tomar una foto del coche, que teníamos un amigo al que seguro que le gustaba esa maravilla... en fin, peloteo 100%.
Nos dió permiso, (casi me cuadro), y mientras le contaba a Julio las maravillas del coche, yo hacía la foto con los dos ojos abiertos, uno, mirando a través del objetivo, y otro mirando de reojo al psicópata que pronto comenzaría a liarse a tiros con nosotros tras sacar una escopeta y un machete para posteriormente despellejarnos.
Por supuesto eso finalmente no pasó, pero porque estábamos atentos y él se dió cuenta, si no, seguro que habría aprovechado un descuido para introducirnos dentro de su casa y acabar con nosotros. Un tío que tiene pinchos rodeando su jardín en una zona residencial no puede ser bueno...
Lo que recordamos de los datos que nos contó del coche es que había sido utilizado por los alemanes en la guerra fría en el 85 y que posteriormente él lo había comprado.
Como buenos paparazzis, estábamos apostados detrás de un parapeto y según estaba enfocando, veo moverse algo a través del objetivo ¿un pájaro, un avión? ¡no!, era superfriki al cuadrado que venía hacia nosotros.
Pelo corto y rizado, camisa de cuadros, pantalones pesqueros con botas militares, tirantes, cincuentón y con el ceño fruncido. Menos mal que Julio estaba rápido y le preguntó en su perfecto inglés si podíamos tomar una foto del coche, que teníamos un amigo al que seguro que le gustaba esa maravilla... en fin, peloteo 100%.
Nos dió permiso, (casi me cuadro), y mientras le contaba a Julio las maravillas del coche, yo hacía la foto con los dos ojos abiertos, uno, mirando a través del objetivo, y otro mirando de reojo al psicópata que pronto comenzaría a liarse a tiros con nosotros tras sacar una escopeta y un machete para posteriormente despellejarnos.
Por supuesto eso finalmente no pasó, pero porque estábamos atentos y él se dió cuenta, si no, seguro que habría aprovechado un descuido para introducirnos dentro de su casa y acabar con nosotros. Un tío que tiene pinchos rodeando su jardín en una zona residencial no puede ser bueno...
Lo que recordamos de los datos que nos contó del coche es que había sido utilizado por los alemanes en la guerra fría en el 85 y que posteriormente él lo había comprado.
No ha quedado muy bien, pero ¿qué quieres si estaba mirando hacia otro lado?
Muchas gracias de parte del melón, aunque no hace falta que corrais más veces este tipo de riesgos... ;-)
ResponderEliminarLa verdad es que es una preciosidad, un Chevrolet K (creo) de mediados de los 80 (antecesor de los actuales Silverado), famosos por sus V8 de gasolina o diésel y sus míticos ejes Dana. Si os fijais le queda al menos una de las dos luces de guerra (esa especie de luces con forma de rendija y visera típicas de los vehículos militares) encastradas en laparrilla del radiador... bueno, pues eso, que me gusta.