Temperatura: 14ºC 16ºC 20ºC...
Nos hizo de todo, frío, lluvia, sol, calor, viento...
Una pequeña muestra de lo muchísimo que dió de sí el día. Nos levantamos temprano, cogimos el tren, las bicicletas y recorrimos la ciudad entera, por supuesto comimos gofres en un típico puesto cerca del maneken, postres de la conocidísima Leónidas, bebimos cervezas en dos de los locales más prestigiosos de todo Bruselas y cenamos junto a la Grand Place en un Griego en el que nos pegamos el capricho del fin de semana y con la tontería perdimos el tren.
Terminamos perdidos en un pueblo "fantasma" cercano a Bruselas, a las doce de la noche (aquí se cena a las siete y cierren las cocinas y el tren a las diez...), sin un alma en la calle, y al meternos en el primer establecimiento abierto que encontramos, resultó ser un bar Country, con el dueño típico Cowboy y concientazo en vivo de un grupo de Texas. Les pedimos que nos llamasen a un taxi y ya de paso nos tomamos unas cervezas mirando los Colt de las pareces, las calaveras de reses, las espuelas de sus botas y escuchando buena música. Curioso, pero original.
Nos hizo de todo, frío, lluvia, sol, calor, viento...
Una pequeña muestra de lo muchísimo que dió de sí el día. Nos levantamos temprano, cogimos el tren, las bicicletas y recorrimos la ciudad entera, por supuesto comimos gofres en un típico puesto cerca del maneken, postres de la conocidísima Leónidas, bebimos cervezas en dos de los locales más prestigiosos de todo Bruselas y cenamos junto a la Grand Place en un Griego en el que nos pegamos el capricho del fin de semana y con la tontería perdimos el tren.
Terminamos perdidos en un pueblo "fantasma" cercano a Bruselas, a las doce de la noche (aquí se cena a las siete y cierren las cocinas y el tren a las diez...), sin un alma en la calle, y al meternos en el primer establecimiento abierto que encontramos, resultó ser un bar Country, con el dueño típico Cowboy y concientazo en vivo de un grupo de Texas. Les pedimos que nos llamasen a un taxi y ya de paso nos tomamos unas cervezas mirando los Colt de las pareces, las calaveras de reses, las espuelas de sus botas y escuchando buena música. Curioso, pero original.
Alquilamos unas bicicletas para movernos todo el día por Bruselas con más facilidad, la verdad es que los primeros pedaleos no fueron muy alentadores (pillamos la mayor cuesta de toda Bruselas en los primeros 300 metros, jijiji), pero poco a poco nos hicimos con ellas y al final casi casi las manejábamos.
Vistas desde el Palacio de la Justicia, en el centro de la imagen se encuentra el Atomium.
Cristina frente a la estatua de la Infantería Belga.
Tranvía camino al Palacio de la Justicia.
Palacio Royal
Vistas desde el Museo de la Música.
Una galería de libreros/anticuarios llamada Bortier, se encuentra junto a la Grand Place y merece la pena perderse un ratillo. Julio se compró un libro: Mourir á Madrid, dice que será el segundo libro que se lea en francés, ¡ese es mi chico!, con más moral que el Alcoyano.
Nuevo disfraz del Manekenn Pis.
El teatro Real u Ópera de Bruselas.
Iglesia de Santa Catalina. 
Plaza de Bianca Castafiore; personaje de las aventuras de Tintín. Muchas calles o plazas tienen sus nombres normales y unos sobrenombres haciendo referencia a personajes o aventuras de Tintín.
Muchos son los coches utilizados por Tintín en sus aventuras, en el museo del cómic había una muestra de uno de ellos.
La Impresionante catedral. Escuchamos misa en Francés por respetar un poco la eucaristía y en el momento en el que terminó nos invitaron a irnos para poder cerrar...
La noche anterior cenamos en restaurante chiquitito cerca de la Grand Place los típicos mejillones y las patatas fritas, también tomamos unas cervezas y dimos un pequeño paseo.
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