Texto y fotografía: Beatriz SJ.
Tiene sólo 6 ingredientes:
- 3 huevos
- 1 queso Philadelphia Familiar
- 1 yogur natural
- 1 bote de leche condensada pequeño (360-390 gramos)
- La misma cantidad de leche que de leche condensada (utilizar el mismo envase para medir la cantidad)
- Caramelo líquido
En un bol grande batís los huevos, el queso Philadelphia, el yogur, la leche condensada y la leche. En el molde para tartas (vale cualquiera aunque lo suyo es que tenga el tamaño de la foto que veis arriba en redondo o rectangular, no importa ) ponéis el caramelo líquido. Si lo hacéis vosotros genial, sino podéis comprar un bote de Royal que es muy socorrido.
Echáis la mezcla de los ingredientes y al horno a 180º durante 40 - 45 minutos. Depende de vuestro horno, claro, el mío es muy torpe y tarda casi una hora. Hay otra opción que es ponerla al baño María también en el horno. La diferencia es que la tarta queda con una textura más parecida a la de un flan (riquísimo también). Para comprobar que está hecha, se pincha con un cuchillo y si sale limpio, la tarta está perfecta. Vais a ver cómo la mezcla sube en el horno, no os asustéis porque todo lo que sube... tiende a bajar...
La dejáis enfriar y la desmoldáis.
Hay quien le pone un poco de nata montada para decorar. Es cuestión de gustos.
¡¡Bon appetit!!
¿Por quéééééééééééé? ¡Que estoy a dieeeetaaaaaaa! ¡Socorrroooooooo!
ResponderEliminar:-)
Jajaja
ResponderEliminarTu apunta la receta, que es muy ligerita, y te das un día un capricho, que está muy riquiña ;-D